Los componentes que estructuran el plan de estudios, de acuerdo con la Resolución 18583 de 2017 del MEN, son:
- Componente de fundamentos generales
- Componente de saberes específicos y disciplinares
- Componente de pedagogía y ciencias de la educación
- Componente de didáctica de las disciplinas.
Componente de fundamentos generales.
Este componente incluye las siguientes competencias generales:
a) competencias comunicativas en español, manejo de lectura, escritura y argumentación
b) competencias matemáticas y de razonamiento cuantitativo
c) competencias científicas
d) competencias ciudadanas
e) competencias en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)
f) competencias comunicativas en inglés.
Componente de saberes específicos y disciplinares.
El educador debe consolidar un dominio de los saberes y conocimientos actualizados de los fundamentos conceptuales y disciplinares del campo o el área en que se desempeñará como licenciado. Adicionalmente, debe estar en capacidad de investigar, innovar y profundizar de forma autónoma en el conocimiento de dichos fundamentos.
Componente de pedagogía y ciencias de la educación
Se refiere a la capacidad de utilizar conocimientos pedagógicos y de las ciencias de la educación que permitan crear ambientes para la formación integral y el aprendizaje de los estudiantes
Componente de didáctica de las disciplinas.
En este componente se reconoce la necesaria articulación entre la pedagogía y la didáctica como fundamentos del quehacer del educador. Se refiere a la capacidad para aprehender y apropiar el contenido disciplinar desde la perspectiva de enseñarlo y como objeto de enseñanza; conocer cómo las personas aprenden esos contenidos y habilidades concretas; reconocer dónde se encuentran las mayores dificultades para lograrlo; saber cómo utilizar estrategias y prácticas que permitan que el estudiante resuelva estas dificultades; y conocer cómo evaluar los aprendizajes concretos desarrollados. Implica una intersección entre los saberes didácticos y contenidos disciplinares del campo o el área de desempeño del educador y sus prácticas pedagógicas, de forma que esté en capacidad de apropiar e investigar buenas prácticas y evaluar su impacto, así como de comprender las exigencias pedagógicas y didácticas de su propio campo o área de desempeño.
El anterior componente supone una aproximación integral y transversal que posibilite trabajar a partir de proyectos concretos de formación en el aula, y aseguren el mejor análisis de contenidos disciplinares, delimitados con el enfoque dirigido a definir cómo enseñarlos mejor