El texto analiza la interacción entre humano y artefacto, la instrumentalización y la triada sujeto-instrumento-objeto, para realizar planteamientos sobre la perspectiva humanista de la tecnología y cómo privilegia la relación con la “realidad social”. El punto de vista antropológico prima en este texto y se deja de lado la simple acepción instrumental. Por otra parte, la propuesta del profesor Andrés Camilo Agudelo Vergara, titulada “De la pragmática de la tecnología al campo analítico de la técnica”, parte de la reflexión sobre los reduccionismos en torno al concepto de tecnología y las posibilidades de dar nuevos sentidos al mismo. Referente al primer aspecto, revisa la noción “eficientista de la técnica”. Así, el enfoque instrumental del término, según el autor, se explica dentro de la dinámica de la época industrial, donde ideas como “producto”, “consumo”, “bienes y servicios”, entre otros, definen la noción de la técnica y, por consiguiente, la manera en que esta idea se ha generalizado en virtud de “medio para un fin”. Para Agudelo Vergara, la técnica contiene la historia, la cultura del hombre; es una dimensión amplia que implica procesos humanos de diversa índole y, por eso, entiende la tecnología como objeto y espacio donde se crea conocimiento. A partir de una serie de preguntas recurrentes, la reflexión problematiza el concepto de tecnología y se asume “más allá de su eficacia o perfectibilidad”. En este camino de resignificar el concepto, Agudelo Vergara ingresa al terreno del conocimiento y los modelos conceptuales de la tecnología, cuestionando reduccionismos como la suscripción de la misma al campo de los artefactos, las herramientas e instrumentos, y profundiza en la comprensión del sentido de la tecnología, para proponer la dimensión social de los productos tecnológicos.